Supongamos que estamos escribiendo un libro de la historia de nuestra familia y que fue heredado a nosotros por nuestros padres y ellos a su vez lo obtuvieron de los suyos. Supongamos también que este libro ha sido escrito desde hace muchas generaciones atrás. La forma en la que vivimos es nuestra aportación a dicho libro.
Nuestra vida es como un párrafo más en el capítulo de nuestra familia.
Lo que yo escriba en dicho libro tiene que tener una coherencia con lo escrito anteriormente para poder, así, resultar comprensible para el lector.
Lo mismo sucede con nuestras vidas.
Vivimos en concordancia a la historia familiar. Así mismo, las vidas de nuestros hijos tendrán su propia coherencia con o que les hemos heredado.
Carl G. Jung decía a menudo tener el sentimiento de que le tocaba a él responder a las preguntas formuladas por sus ancestros y que no habían tenido respuesta. Lo mismo sucede con nosotros. Las vivencias, eventos importantes, miedos, sentimientos y cuestionamientos que se dieron en otros tiempos dentro de nuestra familia han venido a converger en aquello que llamamos nuestras vidas.
Hay muchas dinámicas que se dan al respecto, por citar algunas:
- Lealtades invisibles
- Identificación con algún excluido de la familia
- No encontrar un buen lugar en la vida
- No poder florecer
- Ser violento
- Adicciones
En fin, hay muchas otras más pero el punto es hacer al amigo lector consciente de que es importante conocer nuestro propio lugar en la familia, nuestra función en ella y, por supuesto, aprender un poco acerca de otras generaciones pues podríamos encontrar patrones de conducta, sentimiento o pensamiento similares que resultaran sorprendentes y esclarecedores para nosotros.
Aquí es recomendable que preguntes a tus padres acerca de tus abuelos. Investigues con tus tíos acerca de la infancia de tus padres. Busca a los que han sido excluidos, etc. Lo más importante es ver las similitudes y diferencias contigo.
Haz tu árbol familiar en una cartulina grande y escribe información acerca de las personas que lo conforman. Es un buen ejercicio que te llenará de preguntas pero, bueno, es también un buen comienzo para comprenderte más a ti mismo.
Puntos a considerar:
- Los medios hermanos cuentan
- Las exparejas cuentan
- Hijos fuera del matrimonio cuentan
- Asesinos y sus víctimas
- Hijos abortados por pérdida cuentan
- Hijos abortados por inducción cuentan
- Un nombre repetido en varias personas cuenta
- Los abusadores cuentan
- A los muertos ponles una cruz a un lado para distinguirlos.
Por el momento esto es suficiente. Espero que hagas este ejercicio y que, por supuesto, nos comentes como te fue. Un saludo muy grande y los mejores deseos.
Por
Arturo Sánchez Luna
Director General
Arturo Sánchez Luna
Psicólogo y Constelador familiar
Tels. 2 21 08 08 y cel 22 24 69 28 99
Correo Electrónico: centrosistemico@hotmail.com
Facebook; Cesiste Puebla
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