sábado, 27 de julio de 2013

Nuestros Cursos

El flujo Natural del amor.

 Curso relativo al amor como herramienta en la vida y los diferentes aspectos de esta tales como la pareja, el éxito, la familia y relaciones sociales. Aprende a desarrollar esta herramienta en tu vida mediante el trabajo, en primera instancia, contigo mismo (a).

 Sanando las heridas de la infancia.

 ¿Cómo es que las heridas de la infancia actúan en nuestra vida presente? Si bien es cierto que no se debe vivir en el pasado también es cierto que debemos saber de donde venimos para conocer a donde vamos porque de lo contrario se lastima a los demás, se destruyen relaciones y sobre todo se hace daño inconscientemente a uno mismo.

 Las dinámicas de las parejas.

 Uno de los grandes males en la pareja (y en la humanidad) es la IGNORACIA, si supiéramos la dinámicas que en ella se dan y nuestra contribución positiva y negativa a sus resultados otra cosa sería… ¿no? Entonces, ¿vale la pena trabajar en ello?

Viviendo la prosperidad interna y externamente.

 La prosperidad no sólo se mide en dinero. También se ve en la pareja, la familia, los hijos y en el nivel de felicidad que experimentamos. Este curso está enfocado precisamente en ayudarnos a comprender y trabajar con aquellos aspectos que podrían estar obstruyéndonos para alcanzar nuestra realización.

Psicología transgeneracional y nuestro papel en nuestro árbol genealógico.

   Es un curso muy bonito en el que se trabaja con nuestras familias en distintas etapas generacionales para llevarnos a descubrir nuestro lugar en ese gran libro de cuentas familiar que se empezó a redactar desde tiempos inmemoriales. Resulta sorprendente el encontrarte con la forma en la que has estado participando y aportando tu granito de arena a la historia de tu familia.

Sexualidad inteligente

Dicen que la vida es una escuela y es muy cierto pero nuestra graduación está en la pareja. Todo lo que aprendimos desde nuestra infancia, bueno y malo, saldrá a flote al vernos sorprendidos en una relación donde la sexualidad, por supuesto, no está exenta de la influencia de la forma en la nos hemos venido desenvolviendo, primero en el núcleo familiar y posteriormente en sociedad.

 Los comienzos siempre están llenos de posibilidades y misterio. Nos vamos conociendo poco a poco y establecemos los valores lógicos que deberán prevalecer en la pareja, al menos en palabra, tales como la comunicación, la confianza, la empatía y el respeto.

 El amor nace en nuestra imaginación aspirando a satisfacer nuestros deseos más profundos y es proyectado en la otra persona. Entonces vamos creando familiaridad por medio de ir descubriendo los hábitos y costumbres del otro. Así creamos la intimidad emocional y también la certidumbre. Esta última, sin embargo, es la madre de la monotonía. El hecho de que una pareja esté muy cercana emocionalmente no es sinónimo de buen sexo. Lo mismo sucede con la preservación de los valores mencionados anteriormente. Una alta intimidad emocional trae consigo bajo deseo. Por eso es que después de un tiempo inicial en el que desbordábamos pasión llegamos a un punto en el que nos vemos disminuidos en nuestro apetito sexual.

 La certeza de lo que el otro es nos hace enfrascarnos en un círculo vicioso en el que no podemos romper nuestros límites ni se le permite al otro renovarse. Se requiere de un poco de egoísmo para trascender esto pero nos preocupamos mucho por agradar al otro y creemos que el fusionarnos llegaremos a ser mas amados y necesarios. Nada más lejano puesto que además de atentar contra el amor nos distanciamos de una buena sexualidad. Hay que SER y dejar que el otro SEA y llegar a una equidad entre lo que damos y recibimos.
 Si renunciamos a nuestros intereses y adoptamos los del otro estamos también alentando la abstinencia ya que no podemos sentirnos atraídos por una persona que ha perdido su autonomía. Cuando la pareja se fusiona ya no hay ese “otro” con el cual conectarse y esto es sumamente destructivo tanto para el amor como el deseo. A este tipo de pareja se le conoce como el huevo de dos yemas puesto que la cáscara que los mantiene unidos es muy frágil y se romperá al más leve golpe.

 El trabajo verdadero consistirá en mantener su individualidad y a su vez permitir la del otro sin que esto signifique no mantener ciertos límites saludables dentro de la relación. La intimidad y el control son fácilmente confundidos. Si los límites personales no se respetan el amor y el erotismo se desvanecen Se tiene que recrear una sana distancia mediante una inteligencia erótica y esto se logra si estamos conscientes de la otredad que no es otra cosa sino la idea donde el otro no está fusionado con uno mismo. Para esto se requiere de gran tolerancia y respeto puesto que estaremos un poco más alejados de la comodidad de nuestra pareja para sentirnos más solos.

 Otra de las problemáticas consiste en algo aparentemente simple como lo sería la comunicación sexual. Como todos sabemos, la mujer es esencialmente parlanchina pero encuentra muy difícil comunicarse corporalmente hablando. Esto se debe a la represión sexual que ha sufrido a lo largo de la historia. El hombre, a diferencia de ella, encontrará difícil expresarse con palabras pero estará más libre de comunicarse corporalmente.

 Ella debe dejar de negar a su cuerpo su capacidad expresiva y el hombre tendrá que explorar más el lenguaje verbal. Ahora bien, es cierto que los valores de igualdad de género han tenido el acierto de mejorar la calidad de vida y oportunidades para muchas mujeres pero también han tenido un efecto negativo en la sexualidad debido a que la lucha feminista se ha llevado a la cama.

 Físicamente hablando el hombre da y la mujer recibe y existe cierto grado de sometimiento del uno al otro. Así sucede con la mayoría de los animales y en este caso el hombre no es la excepción. Para muchas mujeres con posiciones de poder en el ámbito laboral resulta difícil mostrar cierto sometimiento en la intimidad y les avergüenza aceptar que en secreto prefieren someterse. Esa lucha interior las aleja del placer, situación que puede ser combatida mediante la imaginación erótica para traspasar los límites de la razón, convencionalismos, barreras sociales y encontrar un espacio para experimentar libremente sus tabúes personales pues en la mente erótica se pueden tomar los componentes más controvertidos del amor (entrega, celos, agresión y hostilidad) como fuentes poderosas de excitación. Incluso el cambio de roles de dominador a dominado y viceversa pueden alejar la monotonía.

 Como dije al principio, la infancia es determinante en nuestra forma de practicar la sexualidad. Ahí aprendemos a negociar, equilibrar, mediar y comprender en relación con nuestros padres y hermanos. Si nos hirieron o humillaron en edad temprana es muy probable que prefiramos mantener el control en la intimidad. De igual forma, si siempre estuvimos en una posición de superioridad no tendremos ningún problema con someternos a otro y quizás hasta resulte excitante.

 Como te puedes dar cuenta hay muchas cosas que comprender en cuanto a nuestra sexualidad se refiere. Sin embargo, dado que todavía constituye un gran tabú, pocas personas deciden ir a terapia o informarse. La sexualidad y el amor no son lo mismo. Hay quienes se aman con el alma pero no experimentan relaciones satisfactorias o incluso carecen de cualquier contacto íntimo. Es recomendable el buscar ayuda de un profesional sin temor puesto que hay mucho que ganar y poco que perder.

Arturo Sánchez Luna
Psicólogo y Constelador familiar
Tels. 2 21 08 08 y cel 22 24 69 28 99
Correo Electrónico: centrosistemico@hotmail.com
Facebook; Cesiste Puebla


Nuestro otro yo

Cada vez que criticamos algo de nuestro exterior en realidad estamos criticando a una parte de nuestro interior de la que, o no tenemos conciencia, o no hemos sabido asimilar.

 Como Algunos terapeutas dicen “lo que te choca te checa” y es bastante acertado puesto que hay muchas cosas, sentimientos, pensamientos y emociones que guardamos y de las que no tenemos idea. Uno de los mayores logros del ser humano es el poder encontrar una reconciliación entre sus opuestos.

 El primer paso, como muchos dicen, es reconocer su existencia puesto que al negarla estamos condenándonos a sufrir sus embates en momentos inesperados.

 Pongamos de ejemplo a una persona que va por la vida clamando ante todos que se trata de alguien seguro de si mismo. Así lo dice, lo pregona e incluso lo cree. Sin embargo, al hacer esta aseveración no se da cuenta de que hay una parte suya que está diciendo totalmente lo opuesto. Tal característica suya saldrá a flote en los momentos menos oportunos, tales como celos en la pareja, desconfianza ante alguien que parece ser más seguro que la persona de la que estamos hablando. Entonces, ante una escena de celos se preguntará que fue lo que pasó consigo

. Si no aprende a aceptar esa parte suya irá asegurando un lugar en el club de la neurosis.
 La neurosis se da cuando existen dos partes nuestras tironeándonos hacia dos extremos aparentemente irreconciliables. Si la persona de la cual estamos hablando aprende a ver que esta parte suya existe y están real como la idea exagerada de auto seguridad y auto control. Son los momentos en los que nos encontramos conflictuados precisamente aquellos en los que podemos aprender algo acerca de nosotros mismos y crecer.

 Me gusta mucho la frase de Jung al respecto: “Bendita neurosis”. Piensen en esto la próxima vez que se pregunten a si mismos ante una de las jugarretas de ese otro YO:¿Qué fue lo que me pasó?

 Por Arturo Sánchez Luna Director General

Arturo Sánchez Luna
Psicólogo y Constelador familiar
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Nuestro árbol genealógico

Supongamos que estamos escribiendo un libro de la historia de nuestra familia y que fue heredado a nosotros por nuestros padres y ellos a su vez lo obtuvieron de los suyos. Supongamos también que este libro ha sido escrito desde hace muchas generaciones atrás. La forma en la que vivimos es nuestra aportación a dicho libro.

 Nuestra vida es como un párrafo más en el capítulo de nuestra familia. Lo que yo escriba en dicho libro tiene que tener una coherencia con lo escrito anteriormente para poder, así, resultar comprensible para el lector. Lo mismo sucede con nuestras vidas.

 Vivimos en concordancia a la historia familiar. Así mismo, las vidas de nuestros hijos tendrán su propia coherencia con o que les hemos heredado. Carl G. Jung decía a menudo tener el sentimiento de que le tocaba a él responder a las preguntas formuladas por sus ancestros y que no habían tenido respuesta. Lo mismo sucede con nosotros. Las vivencias, eventos importantes, miedos, sentimientos y cuestionamientos que se dieron en otros tiempos dentro de nuestra familia han venido a converger en aquello que llamamos nuestras vidas.

 Hay muchas dinámicas que se dan al respecto, por citar algunas: - Lealtades invisibles - Identificación con algún excluido de la familia - No encontrar un buen lugar en la vida - No poder florecer - Ser violento - Adicciones En fin, hay muchas otras más pero el punto es hacer al amigo lector consciente de que es importante conocer nuestro propio lugar en la familia, nuestra función en ella y, por supuesto, aprender un poco acerca de otras generaciones pues podríamos encontrar patrones de conducta, sentimiento o pensamiento similares que resultaran sorprendentes y esclarecedores para nosotros. Aquí es recomendable que preguntes a tus padres acerca de tus abuelos. Investigues con tus tíos acerca de la infancia de tus padres. Busca a los que han sido excluidos, etc. Lo más importante es ver las similitudes y diferencias contigo.

 Haz tu árbol familiar en una cartulina grande y escribe información acerca de las personas que lo conforman. Es un buen ejercicio que te llenará de preguntas pero, bueno, es también un buen comienzo para comprenderte más a ti mismo.

Puntos a considerar: - Los medios hermanos cuentan - Las exparejas cuentan - Hijos fuera del matrimonio cuentan - Asesinos y sus víctimas - Hijos abortados por pérdida cuentan - Hijos abortados por inducción cuentan - Un nombre repetido en varias personas cuenta - Los abusadores cuentan - A los muertos ponles una cruz a un lado para distinguirlos. Por el momento esto es suficiente. Espero que hagas este ejercicio y que, por supuesto, nos comentes como te fue. Un saludo muy grande y los mejores deseos.

 Por Arturo Sánchez Luna Director General

Arturo Sánchez Luna
Psicólogo y Constelador familiar
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La oveja negra

Es un hecho innegable que existen aquellas personas a las que se les llama “La oveja negra” en cada familia. Son aquellos que van en contra de la armonía familiar, actúan autodestructivamente, hieren a los otros miembros e incluso se niegan a pertenecer al clan familiar.

 Pueden padecer de adicciones, mal comportamiento, imprudencia, egoísmo y, en casos extremos llegar a la esquizofrenia. En el caso de los niños, estos son ausentes, hiperactivos, autistas, violentos con otros niños, carentes de una autoestima sana y realista, o bien tienen una idea exageradamente buena de si mismos. En fin. Hay tantos casos de estos como familias en el mundo.

 El primer impulso de los familiares es el de llevarlos a ver al psicólogo. Sin embargo, pocas veces se dan cuenta de que los así llamados “Ovejas negras” son un síntoma de la interacción familiar. Es muy común que cuando se requiere la presencia de la familia en terapia simplemente dejen de asistir porque, después de todo, ellos “no tienen un problema” y en todo caso “es a la oveja negra a quien debe tratarse”.

 Nada más equivocado. Cada individuo es un digno representante de la familia a la que pertenece. Salvo en casos de patología física, la persona está reaccionando al actuar de los demás integrantes porque es parte de ellos como un sistema. En un sistema, suponiendo que son A(padre), B(madre), C(hijo 1) y D(hijo 2); todos los interactúan según los demás miembros están comportándose. Si A se maneja de cierta forma tendrá un efecto y respuesta en B, C y D.

 Y la cosa no para ahí. La forma en la que nuestros abuelos trataron a los padres tiene un efecto en la forma en la que ellos nos criaron y en la forma en la que criaremos a nuestros propios hijos. “La oveja negra” es en realidad una compensación a la interacción familiar. Si la familia toma su parte y empieza a actuar de forma diferente entonces estarán en buen camino para la sanación de ellos mismos y del sistema con sus integrantes.

 Entonces, la próxima vez que pienses en la oveja negra de tu familia pregúntate que función está teniendo y en respuesta a que. Y más aún, para encontrar la respuesta no solo veas a tu sistema familiar actual, sino que también echa un vistazo a otras generaciones.

 Por Arturo Sánchez Luna Director General

Arturo Sánchez Luna
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Terapia en Puebla

Existe una idea errónea en México a cerca del ámbito terapéutico. La verdad es que, así como existe educación en otros aspectos, debería existir una más enfocada al ser humano y su desarrollo con el objeto de ayudarlo a tener un desenvolvimiento sano en lo que a su vida se refiere.

 En CESISTE contamos con profesionistas especializados que te brindan un entorno terapéutico confiable y con resultados probados. Mientras actúes igual obtendrás exactamente los mismos resultados. Entonces es hora de tomar las riendas de tu vida y hacer las cosas de forma diferente porque te lo mereces y porque ya es hora de cambiar tu vida y la de los que te rodean.

 Si estas en la ciudad de Puebla, México puedes tomar tu terapia físicamente y si estas en otro estado, provincia o país puedes hacerlo en nuestro servicio Terapia en linea.

Pregunta por cualquiera de las 2. Tel. 2 21 08 08 y cel. 22 24 69 28 99 correo electrónico centrosistemico@hotmail.com

Arturo Sánchez Luna
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Autoestima

Autoestima . Sabemos que debemos amarnos a nosotros mismos. Al menos una persona promedio lo sabe. ¿Pero que significa realmente amarnos a nosotros mismos? Y más aún; ¿Cómo puedo amarme a mí mismo? ¿Es verdad que todos nos queremos a nosotros mismos? ¿Acaso es posible que alguien, aún amándose a si mismo, de repente de hiera o sea demasiado crítico?

 Cuando nacimos no teníamos una autoimagen, solo queríamos que nuestras necesidades fueran satisfechas; entre ellas, por supuesto, la necesidad de amor. Nuestros padres, tutores, maestros, hermanos, etc, fueron, sin quererlo, ayudándonos a forjarnos una idea sobre nosotros mismos. Obviamente hubieron ideas positivas y negativas, unas realistas y otras muy distantes de ello. Y así he aquí un par de conceptos relacionados a la autoestima: 1 Hinchamiento positivo y 2 hinchamiento negativo. O sea, algunas veces nos hinchamos positivamente y otras negativamente. Ambas son exageradas y poco realistas, mas aún, son malsanas y distorsionan nuestra visión de la realidad. Para aquellos que se inflan a si mismos con una idea exageradamente buena sobre sus características y posibilidades esto les va a caer como bomba pero les recomiendo aguantar ya que este tipo de autoestima es tan dañina como la del hinchamiento negativo. Si bien es cierto que somos seres únicos e irrepetibles tenemos siempre un lado oscuro. Tenemos la maravillosa capacidad de crear y construir y de forjar nuestros destinos, podemos hacer las cosas más increíbles, pero, sino aprendemos a lidiar con nuestra sombra esta nos traicionará a la menor provocación y con extrañeza nos preguntaremos que fue lo que nos pasó.

 Así, si alguien que se la vive pregonando su maravillosa paz interior de pronto reacciona violentamente. El que admira su belleza física y le gusta ser centro de atención se siente miserable cuando la gente no se lo reconoce. Quien se cree superdotado, con una inteligencia superior a la de los demás no tolera un error en si mismo y siempre culpará a los demás. Pocos toleran estar con una persona así, a menos que se trate de una necesidad derivada de la forma en la que fuimos criados.

 Así, ¿el que critica la violencia debe ver primero su…? El que está enamorado de su belleza y dice ¿Por qué nadie me valora por lo que soy? Debe primero ver como es el mismo el que no se valora si no es por su belleza física. Más aún debería ver porque necesita de la aprobación y admiración de los demás. El ser superdotado que culpa a los demás debe primero ver que el sentirse superior es su gran error, uno muy grave que lo aislará y dejará solo.

 Esto va también para quienes han alcanzado cierto tipo de progreso espiritual y menosprecian a los que, a su juicio, no han avanzado. Y, por supuesto, también a las personas que por tomar un curso de autoestima ya van por la vida dedicándose a observar cuan baja es la autoestima de los demás. Para todos ellos vale la pena trabajar con su autoestima para aceptar que tienen virtudes y errores y que eso los hace ser seres humanos.

 Quizás detrás de la máscara de superioridad descubran a un ser que se siente inferior y vulnerable; trabajar con él en cualquier tipo de terapia será doloroso pero de la mano traerá cosas bien positivas que podremos incorporar a nuestras vidas para vivir una mejor experiencia de ser nosotros mismos

. Entonces vale la pena preguntarse a uno mismo; ¿en donde es que me siento superior? ¿Qué es lo que en realidad escondo? ¿Qué potencialidad mía está queriendo salir a flote? Lo ejemplificare: Cuando me dedicaba a dar clases en cierta ocasión un alumno mío dijo algo que a todos nos pareció gracioso y nos reímos. Encolerizado, el se levantó de su asiento y manoteando en el aire grito: ¡No se rían! ¡Para eso tengo dinero, para que me respeten!

 ¿Si respondemos las 3 preguntas que les plantee que podríamos deducir? Díganme ¿En donde se sentía superior y cual era su máscara? ¿Qué es lo que en realidad escondía? ¿Y que potencialidad suya quería salir a flote para ser incorporada en su vida? Al ir creciendo se nos decía que cosas estaban bien y que cosas estaban mal. Por ejemplo. El ser un niño agresivo estaba mal. Entonces me construí una máscara de pasividad y ahora creo ser muy amoroso. O tal vez, se me dijo que estaba mal llorar y expresar mis emociones, entonces me construí una máscara de ecuanimidad e invulnerabilidad ante las demás personas.

 Tal vez me decían que era torpe en lo que hacía y me construí una máscara de perfeccionismo. Etc. Todas ellas son cualidades válidas pero merecen ser analizadas para ver si eso forma parte de mi yo real. Tal vez el ser amoroso descubra que no tiene fuerza para luchar por sus objetivos porque se le anuló la agresividad, entonces esa sería la potencialidad escondida.

 Aquel que no expresa sus emociones tras la máscara de invulnerabilidad descubra que ha dañado a sus seres queridos y que si aprendiera a expresar lo que siente podría vivir una mejor relación de pareja como potencialidad.

 Por último, el perfeccionista debería ver que todos se alejan de él y que, si acepta el error en si mismo podrá aceptar el error en los demás y podrá relacionarse.

 Por Arturo Sánchez Luna Director General